miércoles, 24 de noviembre de 2021

Tecnologías emergentes, pedagogías emergentes.

 Que es una tecnología emergente?



En esta línea, George Veletsianos (2010) ha propuesto recientemente una definición de “tecnologías emergentes”, especìfica para la educación: 
 
“Las tecnologías emergentes son herramientas, conceptos, innovaciones y avances utilizados en diversos contextos educativos al servicio de diversos propósitos relacionados con la educación. Además, propongo que las tecnologías emergentes (“nuevas” y “viejas”) son organismos en evolución que experimentan ciclos de sobreexpectación y, al tiempo que son potencialmente disruptivas, todavía no han sido completamente comprendidas ni tampoco suficientemente investigadas.” (Veletsianos 2010,págs. 3-4)
 
 Características de las pedagogías emergentes:

 
 
    • Las pedagogìas emergentes pueden ser o no nuevas pedagogìas:

    El concepto de nuevo es problemático para definir lo emergente (Veletsianos, 2010, pág. 13). Y no debemos confundir emergente con nuevo. Si bien muchas tecnologías emergentes son nuevas, el mero hecho de ser nuevas no las convierte automáticamente en emergentes. Así pues, las tecnologías emergentes en educación pueden ser nuevos desarrollos de tecnologías ya conocidas o aplicaciones a la educación de tecnologías bien asentadas en otros campos de la actividad humana. De la misma forma, en el caso de las pedagogías emergentes, las ideas sobre el uso de las TIC en educación pueden suponer visiones inéditas de los principios didácticos o, como suele ser más habitual, pueden beber de fuentes pedagógicas bien conocidas.
    • Las pedagogías emergentes son organismos en evolución que existen en estado de “llegar a ser”

    Para ser precisos, debemos decir que Veletsianos no afirma que las tecnologías emergentes son realmente organismos, sino que indica que son “como organismos en evolución”; por tanto, que son la propia tecnología y las prácticas a ella asociadas las que están en continuo refinamiento y desarrollo (Veletsianos, 2010, pág. 13-14). Un ejemplo nos lo ofrecen los servicios “2.0” de la Internet, en estado de “beta permanente” (O’Reilly, 2005), ya que sus desarrolladores introducen constantemente mejoras sin dejar de ofrecer los servicios básicos.
    • Las pedagogías emergentes atraviesan ciclos de sobreexpectación (o hype cicles)

     Dice Veletsianos que las tecnologías emergentes de hoy pueden ser la esperanza de mañana. Una idea simple hoy puede ser mañana la clave de la transformación de un sector o incluso de un sector educativo (2010, pág. 14), y por ello tenemos la tendencia a atribuirles propiedades casi mágicas a dichas tecnologías. Sin embargo, aunque es fácil caer en la trampa de creer que las innovaciones de hoy van a cambiar radicalmente la manera de enseñar y aprender de mañana, es importante mantener un cierto grado de escepticismo hacia las promesas de cambios revolucionarios. La historia nos lo ha enseñado una y otra vez (Cuban, 2001).  
     
    • El impacto y los efectos de las pedagogías emergentes todavía no han sido bien comprendidos ni suficientemente investigados:
     
    Las tecnologías emergentes, según nos dice Veletsianos, se caracterizan porque la totalidad de posibilidades y el impacto a corto, medio y largo plazo sobre procesos, personas e instituciones todavía no han sido bien comprendidas. Las investigaciones iniciales suelen pecar de superficialidad y de un decidido evangelismo, es decir, de un excesivo entusiasmo en sus posibilidades sin una experimentación previa rigurosa y sin un análisis de las implicaciones de su uso en contexto. Su enfoque suele ser el estudio de casos y la evaluación se limita habitualmente a estudios de opinión de los participantes.
     
    • Las pedagogías emergentes son potencialmente disruptivas pero su potencial está en su mayor parte sin desarrollar:
     

    Según Veletsianos, las personas y las instituciones pueden identi!car el potencial revolucionario de productos y procesos en una tecnología pero tal potencial no se ha materializado todavía. De hecho, su realización en muchas ocasiones no depende de la propia tecnología, sino de las condiciones del contexto de aplicación y, especialmente, de los intereses comerciales que la rodean. Un magnífico ejemplo es el de los libros de texto digitales, un sector económico, las editoriales de materiales educativos, aterrorizado por lo ocurrido en otros sectores cuando adoptaron los formatos digitales (la música, por ejemplo), que hace años que trabaja para mantener el statu quo adoptando solo las tecnologías y los enfoques compatibles con sus actuales beneficios y frenando las posibilidades de la tecnología digital.
     
    • Las pedagogías emergentes siguen un modelo de “innovación abierta del usuario”.
     
    Las teorías al uso sobre innovación se han elaborado teniendo como modelos de referencia a empresas en una economía de mercado cuyo objetivo es obtener beneficios vendiendo productos y servicios resultado de sus procesos de investigación y desarrollo. Sin embargo, el modelo de innovación de los productores es solo uno de los modelos posibles. Otro modelo, cada día más importante desde el punto de vista económico y sobre todo social, es el centrado en la innovación del usuario, la llamada open user innovation (Hippel, 2011). En este modelo,
     
    “innovaciones económicamente importantes son desarrolladas por usuarios y otros agentes que se dividen las tareas y costes del desarrollo de la innovación y revelan libremente sus resultados. Los usuarios obtienen beneficios directos del uso del esfuerzo colaborativo. Los otros participantes obtienen bene!cios diversos como disfrute, aprendizaje, reputación o un incremento de la demanda de bienes y servicios complementarios” (Hippel, 2011, pág. 1).  
     
    Algunos rasgos de las pedagogías emergentes:
     
     

     
    Una vez exploradas las características del concepto pedagogías emergentes, algunas de ellas análogas al de tecnologías emergentes, es momento de concluir y precisar “en breve” a dónde nos llevan tales reflexiones.
     
     
    Como es evidente, y de forma coherente con esas reflexiones, no es posible todavía resumir en un corpus sistemático y de"nitivo los principios que laten en la base de las prácticas pedagógicas emergentes. 
     
    Los rasgos más relevantes de esos principios, en los que citaríamos, como mínimo los siguientes:
     
    1. Poseen una visión de la educación que va más allá de la adquisición de conocimientos o de habilidades concretas. Educar es también ofrecer oportunidades para que tengan lugar cambios significativos en la manera de entender y actuar en el mundo.
     
    2. Se basan en teorías pedagógicas ya clásicas, como las teorías constructivistas sociales y construccionistas del aprendizaje, el aprendizaje basado en proyectos, el aprendizaje trialógico, etc. y en ideas más “modernas”, como el conectivismo y el aprendizaje rizomático.
     
    3. Superan los límites físicos y organizativos del aula uniendo contextos formales e informales de aprendizaje, aprovechando recursos y herramientas globales y difundiendo los resultados de los estudiantes también globalmente. Se anima a que los participantes configuren espacios y ecologías de aprendizaje.
     
    4. Muchos proyectos son colaborativos, interniveles y abiertos a la participación de docentes y alumnos de otros centros de cualquier parte del mundo e incluso de otras personas significativas.
     
    5. Potencian conocimientos, actitudes y habilidades relacionadas con la competencia “aprender a aprender”, la metacognición y el compromiso con el propio
     
    6. Convierten las actividades escolares en experiencias personalmente significativas y auténticas. Estimulan el compromiso emocional de los participantes.
     
    7. Los docentes y los aprendices asumen riesgos intelectuales y transitan por caminos no trillados. Son actividades creativas, divergentes y abiertas, no mera repetición. 
     
    8. En la evaluación se suele adoptar un margen de tolerancia que permite evidenciar los aprendizajes emergentes, aquellos no prescritos por el docente.
     
    La relación entre tecnología y pedagogía es compleja y simbiótica. Frente a la perspectiva “solo son herramientas”, un mantra en ciertos círculos educ
    ativos. 
     

    Fuente: 
     
     
 
 

La dislexia y las dificultades en la adquisiciòn de la lectoescritura.

 Que es la dislexia?


La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de carácter persistente y específico, que se da en niños que no presentan ningún hándicap físico, psíquico ni sociocultural y cuyo origen parece derivar de una alteración del neurodesarrollo.

El proceso lectoescritor:



El lenguaje oral forma parte del bagaje genético del ser humano por lo que se
desarrolla con relativa facilidad y rapidez a pesar de su complejidad. Sin embargo, con el lenguaje escrito las cosas son muy diferentes ya que no forma parte de nuestro bagaje genético por lo que nuestro cerebro todavía no está preprogramado para adquirirlo. Por este motivo, los niños aprenden a hablar de forma natural y, sin embargo, no es normal que aprendan a leer y escribir sin recibir una instrucción más o menos formal, a través de la cual el cerebro va creando las redes neuronales necesarias para sustentar estas habilidades (Benedet, 2013).
 
 
Aproximación al concepto de dislexia:

 
 
Desde una perspectiva conductual, autores como Aragón y Silva (2000), recalcan que un niño “disléxico” no es aquel que no ha aprendido o que no posee la habilidad de leer y escribir, sino que un niño “disléxico” es aquel que ha aprendido de manera deficiente, cometiendo errores en su lectoescritura (confundiendo grafemas y fonemas). Por tanto, ya no se hablaría de niños “disléxicos” sino de niños que cometen errores de tipo disléxico en la lectoescritura, considerando estos errores como el problema que hay que tratar y no como los síntomas de una enfermedad subyacente.
 
Origen de las dificultades:
 
Las hipótesis iniciales acerca de la causa de la dislexia se situaban en aspectos visuales, llegando incluso a denominarse inicialmente “ceguera visual para las palabras” (Orton, 1925). Según la hipótesis del déficit visual la principal causa subyacente a la dislexia sería un déficit específico en el sistema del procesamiento visual (dificultades a nivel de percepción y memoria, dificultades en el sistema oculomotor, Pavlidis, 1981). Los estudios de Hogben (1997) sitúan el origen de la dislexia en un déficit específico en la transferencia de la información sensorial desde los ojos hasta las áreas primarias de procesamiento visual en el córtex. Autores como Galaburda, Rosen y Sherman (1990) han encontrado déficits en el sistema magnocelular de la visión.

Tipos de dislexia
 

 
 
Comúnmente se diferencian dos tipos de dislexia (Manis, Seidenberg, Doi, McBride-Chang y Petersen, 1996; Manis, Seidenberg, Stallings, Joanisse, Freedman, Curtin, Keating, 1999): dislexia fonológica y dislexia superficial.

En el caso de la dislexia fonológica: La persona muestra dificultades en el mecanismo de conversión grafema-fonema por lo que tienden a emplear la ruta léxica.La lectura de palabras familiares es precisa pero muestran dificultades en la lectura de pseudopalabras y palabras desconocidas.


En el caso de la dislexia superficial: Tienden a emplear la ruta fonológica por lo que normalmente son incapaces de reconocer la palabra como un todo. En este caso la ejecución es precisa en palabras regulares (independientemente de la  familiaridad), y pseudopalabras. Tienden a la regularización de las palabras. Al emplear la ruta fonológica el acceso a las palabras está guiado por el sonido y no por la ortografía de la palabra por lo que manifiestan errores de precisión ante homófonos.


Serrano y Defior (2004) también tratan de disléxicos mixtos, en los que se dan déficits de los dos tipos (fonológico y superficial).
 
Dislexia, ¿déficit o retraso?
 

 
 
Existe polémica en relación a si la dislexia es un retraso madurativo, por tanto, tratado y normalizado con una intervención específica (Jacobson, 1999; Jiménez y Hernández, 2000). Autores como Samuelsson, Finnstroem, Leijon, y Mard (2000) defienden que el hecho de considerar la dislexia como un retraso madurativo se apoya en datos de niños con diagnóstico de dislexia superficial.
 
 
 

 

viernes, 19 de noviembre de 2021

Didáctica crítica.

 

                            ¿Qué es la didáctica crítica?

Es una corriente pedagógica que entiende la enseñanza como un proceso eminentemente político. Se basa en las ideas de la teoría crítica, así como en teorías extraídas de campos como la educación, la sociología y el estudio de la cultura.

Los defensores de la didáctica crítica rechazan la idea tradicional de que la enseñanza deba ser un acto neutro. Por el contrario, piensan que los actos de enseñar y aprender están estrechamente relacionados con otros temas de vital importancia, como la democracia, la justicia social y el activismo político.

El principal objetivo de la pedagogía crítica es la emancipación de los ciudadanos de la opresión, mediante el despertar de lo que se conoce como “conciencia crítica”.

Cuando se alcanza, la conciencia crítica anima a los individuos a producir cambios en su propia vida mediante la crítica social y las protestas políticas.

Características de la didáctica crítica:

La didáctica crítica es una disciplina que aún se encuentra en desarrollo. Por lo tanto, cada uno de los autores que contribuyen a ella tienen distintas teorías sobre cómo debería aplicarse en las aulas.

Sin embargo, existen una serie de características sobre las que la mayoría de los autores están de acuerdo. A continuación veremos las más importantes de ellas.

Promueve el pensamiento crítico

La didáctica crítica intenta ayudar a los estudiantes a reflexionar sobre los valores, ideas y creencias que han adquirido debido a su desarrollo dentro de una sociedad concreta.

Esto cobra una especial importancia para los autores de la teoría de la pedagogía crítica, ya que piensan que el sistema educativo ayuda a perpetuar este tipo de enseñanzas.

Por ello, en un aula en la que se promueva la visión crítica de la educación, los alumnos deben aprender a pensar por sí mismos y a pensar sobre los conocimientos e ideas que van adquiriendo.

Esta crítica de los conocimientos adquiridos se hace con la esperanza de que ayude a los alumnos a vivir una vida más libre, en la que no estén condicionados por las enseñanzas sociales que hayan recibido ni por ideas que ellos mismos no hayan determinado como válidas.

Crítica a la ideología imperante

Uno de los aspectos que más preocupa a los autores de la pedagogía crítica es el mantenimiento de ideologías que ellos consideran como erróneas. Así, muchos de ellos están en contra de conceptos como el capitalismo.

Por ello, un aula en la que se aplique la metodología crítica de la educación tiene que servir como plataforma para que los alumnos puedan reflexionar sobre si el modelo imperante en la sociedad es el más adecuado o no.

Unión de teoría y práctica

Según la didáctica crítica, la teoría y la práctica en la enseñanza son inseparables, debido a que el conocimiento que se adquiere sobre un objeto está condicionado por la interacción que se tiene con él.

El modelo más desarrollado en este sentido es el conocido como “investigación – acción”. En él, los alumnos tienen un papel activo en su propio proceso educativo, teniendo que tomar decisiones sobre lo que quieren aprender y la manera en la que desean hacerlo. El profesor, por tanto, tan solo tiene un rol de facilitador del aprendizaje.

Racionalidad

La pedagogía crítica intenta promover, por encima de todas las cosas, la racionalidad en los alumnos. Para lograrla, el método escogido es el de superar la subjetividad de las opiniones personales contrastándolas con las experiencias de los demás. De esta manera, las ideas de cada alumno deben ser evaluadas por los demás.

Por lo tanto, desde este modelo educativo, los debates, las discusiones y los intercambios de opiniones se convierten en algunas de las herramientas más importantes para adquirir conocimiento.

Esto difiere mucho de la educación tradicional, en la que los alumnos tienen que aceptar los conocimientos que les vienen de fuera como válidos sin examinarlos.

Negación del método empírico

Desde la pedagogía crítica, se promueve la creencia de que el mundo no puede reducirse a simples relaciones de causa – efecto.

Por lo tanto, para los defensores de esta teoría, es más importante la propia experiencia subjetiva del mundo que los hallazgos experimentales realizados por la investigación científica.

Deseo de cambio social

Por último, el principal objetivo de la didáctica crítica es fomentar que los alumnos cuestionen el sistema social en el que viven, y consigan su libertad a través de la lucha política y el activismo social.

Rol del alumno

En la didáctica crítica el alumno tiene un rol reflexivo, participativo y crítico. No acepta cualquier postura sin profundizar en ella o entenderla, sino que tiene una actitud de cuestionarse las ideas y el statu quo.
 
 

Teoría curricular.

 

¿Qué es la teoría curricular?

Es una disciplina académica que se encarga de examinar y darle forma a los contenidos del currículo académico. Es decir, es la materia que se encarga de decidir qué deben estudiar los alumnos dentro de un sistema educativo concreto.

  Esta disciplina tiene muchas interpretaciones posibles. Por ejemplo, las más limitadas en su perspectiva se encargan de decidir exactamente las actividades que debe realizar un alumno y lo que debe aprender en una clase concreta. Por el contrario, las más amplias estudian el camino educativo que tienen que seguir los alumnos dentro del sistema educativo formal.

La teoría curricular y sus contenidos pueden ser estudiados desde distintas disciplinas, como la educación, la psicología, la filosofía y la sociología.

Algunos de los campos de los que se encarga esta materia es el análisis de los valores que hay que transmitir a los alumnos, el análisis histórico del currículum educativo, el análisis de las enseñanzas actuales, y las teorías sobre la educación del futuro.

Antecedentes históricos

El análisis del currículum educativo y sus contenidos ha sido una materia de relevancia desde las primeras décadas del siglo XX. Desde entonces, muchos han sido los autores que han contribuido a su desarrollo y las variantes que han ido surgiendo.

La aparición de esta materia comenzó poco antes de 1920 en Estados Unidos. En este año, se intentó homogeneizar el contenido de los estudios de todas las escuelas del país.

Esto se debió, sobre todo, a los avances logrados gracias a la industrialización, y a la gran cantidad de inmigrantes que llegaron al país. Así, los estudiosos del tema pretendían darle una educación digna a todos los ciudadanos del país por igual.

El primer trabajo sobre la teoría curricular fue el publicado por Franklin Bobbit en 1918, en su libro titulado “The curriculum“. Debido a que pertenecía a la corriente funcionalista, describió dos significados para la palabra.

                         Franklin Bobbit

La primera de ellas tenía que ver con el desarrollo de habilidades útiles mediante una serie de tareas concretas. La segunda se refería a las actividades que tenían que implementarse en las escuelas para lograr dicho fin. Así, los colegios debían imitar al modelo industrial, para que los alumnos se preparasen para su futuro laboral.

Por lo tanto, para Bobbit el currículum es simplemente una descripción de los objetivos que los alumnos deben alcanzar, para lo que hay que desarrollar una serie de procedimientos estandarizados. Por último, también es necesario encontrar una manera de evaluar los progresos hechos en este sentido.

Desarrollo de la teoría

Más adelante, la teoría curricular de Bobbit fue desarrollada por una gran cantidad de pensadores de distintas corrientes. Así, por ejemplo, John Dewey veía al profesor como un facilitador del aprendizaje de los niños. En su versión, el currículum debe ser práctico y servir para cumplir las necesidades de los niños.

A lo largo del siglo XX, los defensores de la corriente funcionalista fueron debatiendo con aquellos que defendían que el currículum educativo debía pensar sobre todo en lo que los niños necesitaban. Mientras tanto, la manera de implementar este aspecto de la educación fueron cambiando según lo hacían los tiempos.

En 1991, en un libro titulado “Currículum: crisis, mito y perspectivas“, la doctora en filosofía y ciencias de la educación Alicia de Alba analizó la teoría curricular de forma más profunda.

En este trabajo, defendió que el currículum no es más que un conjunto de valores, conocimientos y creencias impuestos por la sociedad y la realidad política en la que se desarrolla.

Según esta doctora, los diferentes componentes del currículum educativo tendrían como objetivo principal impartir una visión del mundo a los alumnos, mediante herramientas como la imposición de ideas o la negación de otras realidades. Por otro lado, también seguiría sirviendo para preparar a los alumnos para la vida laboral.

Características de la teoría curricular:

A continuación analizaremos las características de tres de las corrientes principales de la teoría curricular: la académica, la humanística y la sociológica.

Concepción académica

Según esta versión de la teoría curricular, el objetivo de la educación es especializar a cada alumno en un campo concreto del saber. Por lo tanto, se centra en estudiar temas cada vez más complejos, de tal manera que cada persona pueda ir eligiendo lo que más le llama la atención.

La organización del currículum iría en función de las competencias específicas que cada “experto” debe adquirir para realizar correctamente su trabajo. Se pone un gran énfasis en las ciencias y en la tecnología.

El papel del profesor en esta variante es proporcionarle a los alumnos el conocimiento y ayudarles a resolver problemas y dudas. Los estudiantes, por otro lado, deben investigar sobre los temas en que se especialicen y ser capaz de aplicar sus nuevos aprendizajes.

Concepción humanística

El currículum en esta versión de la teoría serviría para proporcionarle la máxima satisfacción a cada uno de los alumnos. Así, los estudios tienen que ayudar a la persona a alcanzar su máximo potencial y un bienestar emocional prolongado.

Para lograr esto, debe crearse un clima cordial y de seguridad entre los estudiantes y el docente. Este último debe actuar como orientador, en lugar de impartir conocimiento directamente como en las otras dos ramas de la teoría curricular.

El conocimiento que se aprende es, por tanto, flexible y distinto en función de los gustos y necesidades de cada alumno. Estudiar se entiende como una experiencia gratificante y útil en sí misma, incluso si el conocimiento adquirido no tiene una aplicación práctica.

Concepción sociológica

Por último, la concepción sociológica (también conocida como funcionalista) entiende los estudios como una manera de preparar a los alumnos para el mundo laboral. Por ello, se encarga de prepararles para cumplir el papel que la sociedad requiere de ellos.

Así, el papel del profesor es el de impartir disciplina, y transmitir los conocimientos teóricos y prácticos que los jóvenes van a necesitar para convertirse en buenos trabajadores.

Franklin Bobbit:

El primer autor que habló sobre la teoría curricular, Franklin Bobbit, fue un educador, escritor y profesor norteamericano. Nacido en Indiana en 1876 y fallecido en la ciudad de Shelbyville, dentro del mismo estado, en 1956, se centró en conseguir la eficiencia dentro del sistema educativo. 

Su visión del currículum pertenecía a la de la corriente sociológica, entendiendo que la educación debía servir para generar buenos trabajadores. Este tipo de pensamiento estaba muy extendido después de la revoluciòn industrial.


Fuente: https://www.lifeder.com/teoria-curricular/

La tecnología en la sociedad.

  ¿Cómo influye? La tecnología influye en la sociedad en aspectos tan variados como la agricultura, educación, comunicació...