Que es la dislexia?
La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de carácter persistente y específico, que se da en niños que no presentan ningún hándicap físico, psíquico ni sociocultural y cuyo origen parece derivar de una alteración del neurodesarrollo.
El proceso lectoescritor:
El lenguaje oral forma parte del bagaje genético del ser humano por lo que se desarrolla con relativa facilidad y rapidez a pesar de su complejidad. Sin embargo, con el lenguaje escrito las cosas son muy diferentes ya que no forma parte de nuestro bagaje genético por lo que nuestro cerebro todavía no está preprogramado para adquirirlo. Por este motivo, los niños aprenden a hablar de forma natural y, sin embargo, no es normal que aprendan a leer y escribir sin recibir una instrucción más o menos formal, a través de la cual el cerebro va creando las redes neuronales necesarias para sustentar estas habilidades (Benedet, 2013).
Aproximación al concepto de dislexia:
Desde una perspectiva conductual, autores como Aragón y Silva (2000), recalcan que un niño “disléxico” no es aquel que no ha aprendido o que no posee la habilidad de leer y escribir, sino que un niño “disléxico” es aquel que ha aprendido de manera deficiente, cometiendo errores en su lectoescritura (confundiendo grafemas y fonemas). Por tanto, ya no se hablaría de niños “disléxicos” sino de niños que cometen errores de tipo disléxico en la lectoescritura, considerando estos errores como el problema que hay que tratar y no como los síntomas de una enfermedad subyacente.
Origen de las dificultades:
Las hipótesis iniciales acerca de la causa de la dislexia se situaban en aspectos visuales, llegando incluso a denominarse inicialmente “ceguera visual para las palabras” (Orton, 1925). Según la hipótesis del déficit visual la principal causa subyacente a la dislexia sería un déficit específico en el sistema del procesamiento visual (dificultades a nivel de percepción y memoria, dificultades en el sistema oculomotor, Pavlidis, 1981). Los estudios de Hogben (1997) sitúan el origen de la dislexia en un déficit específico en la transferencia de la información sensorial desde los ojos hasta las áreas primarias de procesamiento visual en el córtex. Autores como Galaburda, Rosen y Sherman (1990) han encontrado déficits en el sistema magnocelular de la visión.
Tipos de dislexia:
Comúnmente se diferencian dos tipos de dislexia (Manis, Seidenberg, Doi, McBride-Chang y Petersen, 1996; Manis, Seidenberg, Stallings, Joanisse, Freedman, Curtin, Keating, 1999): dislexia fonológica y dislexia superficial.
En el caso de la dislexia fonológica: La persona muestra dificultades en el mecanismo de conversión grafema-fonema por lo que tienden a emplear la ruta léxica.La lectura de palabras familiares es precisa pero muestran dificultades en la lectura de pseudopalabras y palabras desconocidas.
En el caso de la dislexia superficial: Tienden a emplear la ruta fonológica por lo que normalmente son incapaces de reconocer la palabra como un todo. En este caso la ejecución es precisa en palabras regulares (independientemente de la familiaridad), y pseudopalabras. Tienden a la regularización de las palabras. Al emplear la ruta fonológica el acceso a las palabras está guiado por el sonido y no por la ortografía de la palabra por lo que manifiestan errores de precisión ante homófonos.
Serrano y Defior (2004) también tratan de disléxicos mixtos, en los que se dan déficits de los dos tipos (fonológico y superficial).
Dislexia, ¿déficit o retraso?
Existe polémica en relación a si la dislexia es un retraso madurativo, por tanto, tratado y normalizado con una intervención específica (Jacobson, 1999; Jiménez y Hernández, 2000). Autores como Samuelsson, Finnstroem, Leijon, y Mard (2000) defienden que el hecho de considerar la dislexia como un retraso madurativo se apoya en datos de niños con diagnóstico de dislexia superficial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario